Ya está hecho.
Ayer estuve toda la tarde y parte de la noche trabajando en el Pc nuevo, instalando dos sistemas operativos, los programas básicos para cada uno de ellos y restaurando copias de seguridad de los datos del pc viejo, vamos… lo que se dice coloquialmente una installation party.
En cuestión de hardware, es un maquinón precioso, la torre Nox y el monitor de 22 pulgadas panorámico lucen muy pero que muy bien, sobre todo comparándolos con las tristes 15 pulgadas que tenía antes, toda la vida con esa pantalla y ahora no sé como podía ver cosas en algo tan pequeño (y eso que en el trabajo estoy acostumbrado a las pantallas grandes).
En cuanto al software, finalmente me he decidido por recrear la distribución que tenía antes y a la que estoy acostumbrado: dos particiones para sistema, esta vez de 50 gb cada una, y una tercera para datos compartida entre los dos sistemas operativos: Ubuntu 10.04 y Windows 7. He dejado de lado el fiel pero ya vetusto XP por la nueva versión de los de Redmond, que aunque no me gusta del todo, reconozco que va bastante mejor que el Vista (aunque cualquier cosa va mejor que el Vista (incluso el Windows Me)).
En Linux la instalación es igual de sencilla que en Windows aunque tardó algo más, pero a cambio me dio un ordenador perfectamente operativo al terminar; por contra en Windows aún tuve que estar perdiendo un tiempo instalando drivers y controladores y buscando y descargando las últimas versiones de los programas, cosa que con Linux es una tarea cuasi anecdótica gracias a los repositorios de software, con los que en apenas unos clicks, tienes la aplicación que quieres instalada y constantemente actualizada.
En fin, la idea es usar Windows lo menos posible, últimamente ya solo lo usaba para hacer retoques puntuales con el Photoshop (es que no logro acostumbrarme al Gimp), pero ahora con Wine y una maquina potente para emular Photoshop y algún que otro juego no creo que arranque el Hasefroch para nada.
Comentarios recientes